COMO EL CRISTAL DE UNA VENTANA

«Good prose is like a window pane” 

(La buena prosa es como el cristal de una ventana)

George Orwell

 

 

Hace unos días me encontré con esta frase mientras leía «La escritura transparente», un sencillo «manual» orientado especialmente a periodistas, pero con buenas ideas para todo aquel que quiera mejorar su expresión escrita.

En mis sesiones con jóvenes -y no tan jóvenes- suelo decirles que «el mejor lenguaje es el que no se ve». Con esta frase, intento explicar esa sensación que hemos tenido todos los lectores con más o menos frecuencia. Mientras buceamos por las páginas de un libro, llega un momento en el que ya no leemos, sino que vemos lo que ocurre. Las palabras se convierten en imágenes sin que nos demos cuenta. Y eso es posible ya que el escritor ha logrado que escritura fluya sin tropiezos.

«La buena prosa es como el cristal de una ventana». Completamente de acuerdo, Mr. Orwell. Un cristal bien limpio y transparente, que no entorpece ni deforma nuestra visión del mundo.

Se dice que cada libro es una ventana a la imaginación, pero cada ventana tiene un cristal distinto. Ahí está la magia de la literatura. Miles de historias contadas por miles de autores. Cada uno cuenta las cosas a su manera, pero todos buscamos lo mismo, que el lector comparta nuestros sueños, plasmar en una hoja lo que bulle en nuestro interior, esculpir lo inmaterial para que todos puedan contemplarlo. ¿Y cómo se logra eso? Ni idea, jajajaja 🙂 🙂 :). Bueno, alguna idea sí que se me ocurre, pero siempre es todo muy general para que cada uno lo concrete en su estilo.

¡No existe la escritura perfecta!

No pretendas imitar a nadie. No basta con leer manuales ni asistir a talleres de escritura. Eso puede ayudar, y de hecho ayuda, pero no basta. Lo importante es que pulas tu estilo hasta lograr que sea… ¡Lo más sencillo posible! No confundas sencillez con simplicidad, eso sería algo de simples 😉 .

Cuanto más sencillo, más perfecto. El problema es que hace falta mucha elaboración para lograr que algo resulte sencillo. Ahí está el secreto de la armonía. Todo encaja tan bien, que parece fácil. ¿Algunos ejemplos? Unos bailarines que se deslizan por el hielo, saltando, volteándose, como si no les costase ningún esfuerzo. Ahora bien, ¿cuántas horas han dedicado a practicar cada giro? Y lo mismo ocurre con cualquier manifestación artística.

Lograr que el lenguaje sea sencillo, es decir, que sea la mejor versión de tu lenguaje, no es una tarea fácil, pero es un bonito reto… para toda tu vida. Y además, tiene premio: una mayor conciencia y libertad.

El tener una mayor capacidad lingüística y de expresión afecta a la propia constitución del ser ciudadano. En los Anales de Confucio, Sun Tzu le pregunta al maestro: “Si te llamara el duque de Wei para gobernar sus territorios, ¿cuál sería la primera medida que tomarías?”. “Cambiar la lengua”, respondió el maestro. Porque quien cambia la lengua, cambia la mentalidad, cambia a la persona y a los ciudadanos. Una mayor capacidad de expresión hace ciudadanos más conscientes y libres.

Victor García de la Concha. Ex director de la Real Academia Española

No es muy correcto citarse a uno mismo, pero espero que no os importe que haga referencia a algunas de las entradas de este blog. Hace unos meses escribí sobre temas relacionados con este texto de García de la Concha, ya que, como ciudadano, me preocupa la falta de criterio propio de muchas personas con las que me cruzo. Por eso, cada vez que escucho a alguien repetir eslóganes y consignas cargadas de prejuicios me sale la misma queja: ¡Yo no quiero que todo el mundo piense como yo, tan solo quiero que piensen!

Por eso no me canso de animar a los jóvenes -y no tan jóvenes- a escribir. Porque la escritura nos ayuda a pensar, y si pensamos será más difícil que nos manipulen.

A por ellos, que son pocos y cobardes.

Loquillo

Un saludo

@M_A_JORDAN